La verdad interior es lo que uno halla cuando quita todos los velos, cuando deja de auto-engañarse y decide hacer frente a lo verdadero. No es una verdad interpretable si no una verdad profunda.
Cuando usamos nuestra intuición y dejamos que la sabiduría interior dirija nuestros actos no solemos equivocarnos. A veces sin saber conscientemente, sabemos inconscientemente y esa sabiduría es muy valiosa porque es nuestra experiencia destilada que aparece en forma de percepción.
No por no saber explicar una percepción deja de ser valiosa y útil.
Cuando vamos en contra de nuestra intuición y emprendemos proyectos con personas que tienen algo que no acaba de gustarnos, o tomamos decisiones basándonos en la lógica aunque nuestro estómago nos dice que no lo hagamos, solemos equivocarnos.
Y muchas veces resulta doloroso afrontar «La Verdad», pero si lo hacemos, inmediatamente nos sentimos liberados y en paz con nosotros mismos porque retomamos el camino que corresponde..
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